Braver@s Viajer@s

sábado, 3 de octubre de 2015

El mítico Bar Bodega Julià

¡Buenas Tardes, Braver@s!

Ya estamos aquí de vuelta. Con toda la energía cargada, y con una entrada de las que hará que saquéis papel y bolígrafo, sin dejar de apuntar nada de nada.

Seguimos en nuestra ciudad (Castelldefels). Ya sabéis que es una preciosa localidad costera, en la zona del Baix Llobregat, Barcelona. Estamos enamoradas del lugar donde vivimos. Por eso, nos encanta explorarlo y descubrir los sitios que nuestra ciudad nos esconde.

Ésta vez, fuimos a probar un lugar del que habíamos oído mucho hablar, el Bar Bodega Julià. Situado en la Calle Cádiz nº 32, nos acoge este mítico local de la zona de la Pineda.

El local, es un lugar muy acogedor. Un sitio con varios años de recorrido y que nos muestra, a simple vista, que quiere seguir manteniendo la imagen que tenía el mismo día que subieron la persiana.
Bar Bodega Juliá

Lo descubrimos de la mano de un buen amigo, Marc Rocas, el cuál nos aseguró que estas bravas no nos dejarán impasibles. 
La verdad es que son totalmente diferentes a cualquier otras bravas que hayamos probado. En sabor, corte, salsa... TODO.

Bravas Juliá
Bicicleta a cuestas, pedaleamos hasta llegar a su puerta. Nos sentamos, y por supuesto, un par de quintitos + bravas (entre 4€/5€).

Las patatas, son corte "patata frita". La patata es natural. eso se nota al comerla. No hay duda. ¿y la salsa? Un aceitito picante, suponemos que es algún tipo de ajada con pimentón picante, y coronando salsa ali-oli. Muy bueno por cierto, y la mezcla: EX - PLO - SI - VA. Nunca mejor dicho... ¡COMO PICAN! Con un quinto no fue suficiente para acabarlas...

Eso si, tienen un vicio increíble. Tendrás la boca que creerás que es el infierno, pero no podrás parar de comerlas.

Así que Braver@s, ahí va su puntuación:

- Calidad/Precio: 3 ***
- Rapidez: 4 ****
- Sabor: 4 ****
- Servicio: 5 *****

Como veis, al servicio le hemos dado 5 estrellas, y es que la verdad que nos trataron genial. Estuvimos la mar de a gusto, y nos atendieron a todas nuestras peticiones con una amabilidad que nos hizo sentirnos como en casa.

Desgraciadamente, no hemos probado nada más que salga de sus cocinas (repetiremos para probarlo todo, todo y todo), pero si este bar se llena de jóvenes y no tan jóvenes día sí y otro también después de tantos años de duro trabajo, será por algo.

Así que, eternamente agradecidas a nuestro querido amigo Marc Rocas, por descubrirnos este fabuloso lugar.

Por lo tanto Braver@s, ya tenéis otro sitio dónde ir y comer/cenar/tapear que está de miedo.

¡Hasta nuestra próxima entrada chic@s!

¡A darle vida a vuestra patata!




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